Capítulo XVII: Delirios de una recaida

Resulta que esto de dejar de fumar no me está proporcionando buenos resultados a corto plazo. Desde que antes de nochebuena me vino una especie de "pseudoneumonía-bronquítica", por llamarlo de alguna forma, no consigo recuperarme del todo. Antes de ayer mismo, pensando que estaba lo suficientemente recuperado, pensé en que no había mejor forma de celebrarlo que echándome unas carreritas, a trote lento, claro (No estaba para forzar mucho), por el paseo del Lagares. Las sensaciones eran bastante buenas, en principio. Al terminar, me sentía mucho más relajado y menos tenso, empapado de sudor, eso sí, pero con esa sensación de bienestar que producen determinados esfuerzos físicos. A su vez, tambien sentía como si el pecho me quemara, seguramente producto de algún tipo de drenaje pulmonar por desintoxicación tabaquil, o eso pensé yo. El caso... es que desde ese día me siento como si estuviera al borde de la recaida (En lo referente a la bronquitis esas de marras). No me siento mal como para consultarlo con un médico pero tampoco me noto con la salud que me gustaría. Dependiendo del día tengo como más mucosidad de lo normal pero sin ningún tipo de malestar general.

Yo, la verdad... tengo alguna teoría al respecto sobre lo que pasa. Existe algo peor que un hipocondriaco fumador y es un hipocondriaco exfumador. Cuando una persona fuma, lo hace por placer. Por placer personal, placer social o cualquier tipo de variante pero, ante todo, lo hace por placer. Es muy complicado crear un hábito o incluso una adicción si lo que se realiza no tiene algún tipo de incentivo extra que, a priori, genere algún beneficio. Es muy dificil que un hipocondriaco comiece a fumar pues notará casi instáneamente que el humo del tabaco ejerce un efecto negativo sobre su organismo y tenderá a dejarlo. El problema surge cuando, creado el hábito, surge esa hipocondria. Claro está que existen muchos niveles de hipocondria pero...supongamos que el tabaquismo podría definirse como una: "Alteración orgánulo-neurológica de las facultades estables "normales" de una persona". Tomando esa frase como buena, según mi teoría, la persona que padece de tabaquismo ve y siente su realidad totalmente alterada a cómo sería sin ese hábito, tanto a nivel físico como mental. Teniendo en cuenta esto, una persona con tabaquismo es una enferma inconsciente, está enferma pero no se da cuenta al estar acostumbrada a ese grado de enfermedad que, aun por encima, se le exige mediante el síndrome de abstinencia. Por otra parte, si esa persona dejara de fumar... siendo hipocondriaca, experimentaría un proceso bastante largo de confusión hasta que los niveles "orgánulo-neurológicos" se estabilizaran hacia un estado saludable y controlado. Confusión física, confusión mental, confusión sensorial. Como si de pronto la realidad que rodeara a la persona se desquebrajara... y tampoco es que se desquebrajara si no que, debe de aprender a vivir sin ese hábito o adicción, como cuando uno se da cuenta que ha decrecido, que ha perdido (O encontrado) una parte de su ser... y eso, como todo, requiere un proceso de readaptación. Algunos lo llevan mejor cuando se sienten apoyados por la realidad que les rodea(Más bien, buscan ese apoyo), otros lo llevan bien en principio pero peor a la larga cuando intentan superarlo solos sin contar con el apoyo de su realidad. Aquellos que intentan sobrellevarlo en soledad tienen dos problemas. El primero es que deben enfocar el proceso como una mentalidad que unifique las sensaciones físicas con las mentales, llegando a un acuerdo entre ambas partes y llegando, a su vez, a una especie de justificación con su yo interior. En segundo lugar es que, una vez unificadas esas partes deben cuadrar con la realidad que les rodea, un encuadre que no siempre se lleva de forma respetable. Sin embargo, aquellos que buscan desde un principio apoyo en su realidad realizan una labor más sana... en la que la realidad se adapta al sujeto al comprender los procesos que está llevando a cabo y no es algo que le pille de sorpresa como sería el primer caso, por ejemplo... haciendo ver a un amigo no fumador lo mal que se pasa al intentar dejarlo y el esfuerzo que requiere, hará al no fumador más comprensivo y dará al fumador la energía para saber lidiar con futuros no fumadores a la hora de una hipotética discusión (En teoría...). Gran parte de las personas que recaen en el tabaquismo lo hacen porque han intentado dejarlo sin ningún tipo de ayuda, o eso dicen los datos estadísticos. Con el tiempo, ese tipo de personas pueden mantener la creencia de que así como lo han dejado sin ayuda, podrían volver a empezar para volver a dejarlo cuando quieran...(Un razonamiento un tanto absurdo, pero hay mucho ego subido, como fue mi caso en su tiempo...) Eso, a su vez, podría tener una serie de complicaciones. Que en el reenganche la persona se considere capaz de dominar por completo la situación no siendo así... que las motivaciones que le han llevado a dejar de fumar no fueran lo suficientemente sólidas por formar parte de un impulso esporádico más que de una convicción meditada y guiada...

Creo que llevo unos 26 días sin fumar ya... no es nada agradable pero es algo que tengo que superar. Me pican los pulmones con frecuencia o me arden, a saber por qué... noto sensaciones que hacía tiempo no sentía. Los alimentos tienen el sabor y la textura que tenían hace un tiempo. Los olores cambian, para bien o para mal. Hacía tiempo que no era consciente de lo mal que huelen los contenedores de basura cuando paso cerca de ellos o... que no era consciente de lo molesto que es estar en un recinto cerrado y lleno de humo... de todas formas no me gustaría ser intolerante con esas cosas, ya lo fui en otro tiempo y prefiero no serlo en esta ocasión. Tampoco me importa respirar humo ajeno así como tampoco me importaba respirarlo cuando era fumador. Con deshacerme del hábito y aprender a convivir sanamente con ello me conformo.

Como decía antes, como hipocondriaco exfumador... no sólo se sienten sensaciones bonitas. En mis frecuentes paseos noto mejor el olor de la naturaleza pero tambien noto como mi alergia a ciertos tipos de polen no pasan desapercibidos. Como parte de mis funciones orgánicas se mantenían mermadas a causa del tabaco no era consciente del olor del polen o de las sensaciones que me producían los ácaros de polvo. Estaba acostumbrado a la "enfermedad voluntaria del tabaco" (Con perdón a los que les moleste esta designación) y todo aquello que no fuera a más, me parecía normal. Además, el tabaco contiene sustancias como broncodilatadores que permiten que entre más nicotina y porquería en el organismo (Por eso pienso que mis años de fumador han sido los años en que menor índice de ataques de asma he tenido. Incluso llegué a pensar que la enfermedad había desaparecido) pero a mi me producían el efecto contrario, me ayudaban a sentirme mejor, a no tener esa sensación incómoda de bloqueo bronquial (Excepto cuando me despertaba por la mañana, que con 4 toses se iba). No tendrá base científica alguna... pero todavía sigo pensando que todo beneficio tiene su parte negativa y viceversa. Muchos medios y organismos científicos nos hacen ver todo lo negativo del tabaco pero tambien considero que existe su homólogo positivo, en caso de que todo lo negativo que anuncian sea cierto (Que ese asunto parece estar en tela de debate). Han ilegalizado muchos productos que comprometían la salud humana y no lo hacen con el tabaco por motivos económicos, y aun tienen la indecencia de decirlo tal cual como suena, ni siquiera intentan ocultarlo. Es una situación tan absurda...con este caso y con otros muchos... Mi lógica siempre se ha caracterizado por ser hermética y... aunque yo considero acertada, puede que no sea la correcta, pero no por mi... si no porque no me queda más remedio que intentar encajar en este tipo de sociedad si pretendo hacer algo de provecho con mi vida, o eso... o irme a vivir solo a una cueva.

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