Capítulo XVI: Best Seller

Esta vez no quiero seguir la cronología natural de los artículos que escribo. No pienso hablar de las rebajas, aunque sería un tema que daría mucho de sí desde un punto de vista económico y social.

De vez en cuando me dan venadas, una de las venadas que tengo últimamente es la de intentar tocar la guitarra por lo menos durante 1 o 2 horas al día. No siempre me dan esos impulsos pero durante estos días lo veo como una cita ineludible. Cojo mi Martins Backpacker, me pongo delante del ordenador con alguna Backing Track, algún tema acústico o algún tema de un grupo conocidillo y ala... a improvisar a ver lo que sale. De vez en cuando me salen escalas curiosas pero todavía tengo mucho que practicar... y mucho que mejorar, claro.

Otra de las cosas que se me pasan por la cabeza es... la novela, la historia, el cuento o como se quiera llamar a lo que se supone que estoy escribiendo. He intentando comenzar como si fuera una continuación de otra cosa (Muy de moda en los Best Sellers) pero hay ciertas cosas que me frenan. He leido bastantes libros como para más o menos orientarme sobre cómo escribir uno. De todas formas... me gustaría hacer algo diferente. No me gustaría escribir un libro de 500 páginas que se leyera como si nada por su fluidez narrativa y su claridad expresiva. Me gustaría escribir algo entendible... una historia en la intervengan personajes, sí, pero... quizás necesite simplemente escribir para que, a lo largo de los años, vaya encontrando mi estilo propio, no sé... Sería una locura pretender conseguir un Best Seller en el primer intento de escribir una novela. Me doy cuenta de que una novela no es como escribir un texto cualquiera, un diario, un tratado o cosas similares. Escribir una novela exige cierta planificación. Muchas veces el novelista lo que busca es el dinamismo, la multitemática, la relación conceptual... sin ceñirse a un solo argumento. Una buena novela es aquella que sabe enlazar con absoluta precisión argumentos que parecen inconexos entre sí examinándolos desde una perspectiva individual. De todas formas tampoco estoy seguro de si es eso lo que quiero hacer. La trama de mi historia se ciñe en una pareja, en que el protagonista (En principio) es músico. La pareja vive bien gracias a un golpe de suerte que tuvo el protagonista como músico hace no mucho pero la mujer se plantea si es esa la verdadera vida que quiere vivir y ... sobre todo ... si el hombre con el que se ha casado sigue siendo el mismo que era antaño ya que "la fama" reciente se le está subiendo a la cabeza en muy poco tiempo ... La historia comienza sobre una semidiscusión que recuerda aquello que les ha llevado al diálogo que están teniendo, pero no sé... pinta demasiado a novela rosa y las novelas rosas me gustan para leerlas, no para escribirlas. Tengo que echarle un ojo. Mi idea tambien era la de escribir sin nada planeado y que salga lo que Dios quiera, como ocurre con todos o casi todos mis textos. Lo bueno de eso es que mis textos irreflexivos me sirven para mi ... pero no hay quien los entienda salvo yo. Aun así no suelo releerlos porque en ocasiones ni yo los entiendo. Necesito quedarme con la idea de lo escrito en el momento en que fue escrito y nada más. Sin embargo, al escribir en este blog... me veo en la oibligación de releer mis escritos, de complementarlos, de corregirlos... según se tercie, aunque hay ciertas pajas mentales que aunque no las entienda del todo en el momento de la corrección prefiero no corregirlas por si me sirven de algo en una futura relectura.

De momento llevo dos páginas de novela... Las novelas de hoy en día están demasiado hinchadas para mi gusto. Una buena novela de unas 500 páginas, le quitas el interlineado, los márgenes y le introduces una fuente más pequeña, sin contar con las ilustraciones, si es que tiene, te queda una novela de 200 páginas. Lo que sí, depende mucho del lector... muchas veces el libro gusta más por la sensación de lectura que por otra cosa. Parece como que eso de pasar una página cada dos minutos o menos en formato A5 llena más que quedarse durante 10 minutos leyendo un A4 aunque su trama sea mucho más interesante. Parece como que el hecho de pasar una página distrae a la mente y le permite ceñirse en la lectura (Cual diapositiva de refresco) para no evadirse hacia pensamientos personales o aburridos inherentes a la propia idiosincrasia del lector. Para el escritor también es una gran ventaja. Cuántas más páginas tenga un libro, más caro será y mayores ingresos tendrá en caso de que su historia sea buena. Si no, analicemos el libro de bolsillo de Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Becquer. Un libro pequeño, con pocas páginas y mucho texto en cada página... pero no es un Best Seller. Por muy bonitas y fáciles de leer que sean sus rimas y sus leyendas, no es ni nunca será un Best Seller. ¿Por qué? Yo creo que es porque no es una obra que tenga continuidad. Los enamorados no se leen el libro entero ni ocupando menos 100 páginas (A no ser que tengan mucho tiempo libre pensando en su amorío). Lo interesante es embriagarse por la magia del escritor, abriendo el libro por una página cualquiera, como quien lee el diccionario, leyendo el poema, seleccionándolo al azar y buscando la relación sinérgica y existencial entre lo mundano y lo divino, entre lo que dice el poema y la relación conceptual que lleva al lector o lectora hacia el tema amoroso en cuestión. El caso es mantener una ilusión viva, sea de la forma que sea. Muy bonito, muy místico, pero es una cursilada... y las cursiladas, aunque famosas, no venden. Las cursiladas se leen, se compran en rastros, se descargan de internet... pero no venden. Pueden vender, pueden... quizás durante 1 mes... 1 año... pero no es algo que se mantenga en una lista de ventas estándar, a no ser que forme parte de la oleada de la saga Crepúsculo, para después trasponerla hacia reproducciones cinematográficas, que eso ni es una novela, ni es un Best Seller ni es nada (Por eso Dios inventó las "trilogías de 14 tomos". Se saca un libro al año con su correspondiente película y mediante un Marketing simple tenemos una mina de oro hasta que el autor o autora decida escribir entre lágrimas lós últimos párrafos de su última novela desde el ático del Hotel Ritz en Nueva York mientras se baja una botella de Chandon... o algo así hizo la escritora de Harry Potter, para que luego digan que la cultura no da dinero...). Un subproducto orientado a lo decadente para estimular la economía individual o de ciertos colectivos editoriales en un rango de tiempo determinado y poco más... aunque, mirándolo de otra forma ¿No está ahí la auténtica esencia del Best Seller? ¿El que el escritor sea un vendido? El tiempo dirá. Quizás, el motivo por el que una novela no forme parte de esa "distinción" sea que el autor hubiera fallecido. Eso le restaría credibilidad a la obra (A no ser que recurramos a la táctica antes mencionada de la "trilogía de 14 tomos") ya que al lector le gusta mantener la esperanza de que algún día podrá conocer al autor que idolatra. Tambíén es posible que en los tiempos de Becquer no existiera el concepto de Best Seller ya que allá por el siglo XIX la economía mundial no alcanzaba los niveles de popularidad que alcanza en estos tiempos para que la venta de un artículo sea valorado a nivel mundial y con lo cual, catalogado como Best Seller. Tampoco estoy seguro de si de aquella existía ya el sistema económico globalizado que tenemos hoy en día, pero bueno... tampoco existían las comunicaciones internacionales que tenemos ahora y eso proporcionaba dificultades a la hora de conocer cualquier artículo novedoso...

Me paso todo el día criticando pero luego, a la hora de la verdad, a ver quien es el guapo que se moja a escribir una novela sin recurrir a un negro literario (Como en el caso Ana Rosa Quintana). De todas formas, que mis escritos se conviertan en algo popular, me da bastante igual. Lo único que me interesa es que a mi me guste y que sea un trabajo que pueda compartir con los demás, que les ayude en algún aspecto de su vida... encaminado hacia su vida personal, profesional, amorosa o para calzar una bonita mesita de salón.

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