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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Capítulo XIII: El último capítulo del año

Ya me encuentro un poco mejor de la enfermedad. Todavía no me siento preparado para salir de casa pero me siento mejor. El antibiótico de amplio espectro que me recetaron era demasiado fuerte. Cuando pase por otro periodo similar a este evitaré tomarlo o intentaré que me receten otro tipo de medicación con menos efectos secundarios nocivos. Durante algunos días estuve al borde de la psicosis. La idea del miedo hacia cualquier peligro me inundaba continuamente, menos mal que ya pasó todo aunque todavía me queda ese remanente extraño de haber estado expuesto a ese tipo de medicamentos, supongo que la sensación me durará todavía unos días. Mañana será el último día del año, un día que seguramente no pueda disfrutar. Todavía no estoy seguro de sí saldré a dar un vuelta o algo parecido. Mañana seguramente me llame Piro para preguntarme si ya estoy bien de salud y salir en fin de año, tampoco sé bien qué contestarle en referencia a eso. No me apetece nada de nada salir... al menos salir en

Capítulo XII: El paso del "Mito" al "Logos"

El lunes, un día después de haber escrito "El Concierto de Rock" me sentía como en la antesala de lo que podría ser un resfriado o algún tipo de inflamación de garganta, como de costumbre. La enfermedad avanzaba muy progresivamente y empezaba a sentir sensaciones que no tenía desde hace muchos años, cuando rupperín retaba sin miedo con la mirada a su otro yo mientras se miraba al espejo. Pasaban los días y mi temperatura corporal parecía cada vez más y más elevada. Yo me tomaba religiosamente mi Paracetamol cada 8 horas pero parecía no tener el efecto que buscaba. Aguanté así hasta el viernes, cuando mi madre me pidió que fuera al médico para ponerme en tratamiento, y qué bien que me vino ... más o menos. Mi médico de cabecera no estaba así que fui como una urgencia buscando un médico que pudiera atenderme. Cuando llegué, el médico me hizo las típicas preguntas pertinentes para que le diera a entender qué me pasaba. Después, fuimos hasta la camilla y me auscultó por la pa

Capítulo XI: El concierto de Rock

Hoy es Domingo. Para algunos el día del señor, para otros un día más de trabajo, un día de descanso o un día de resaca, que es mi caso. No suelo salir muy a menudo de marcha. De hecho, no soy de ese tipo de personas que necesiten salir de marcha para liberar las tensiones acumuladas de los días laborales. Ni siquiera cuando trabajaba en Canarias me apetecía, el trabajo era bastante liviano y ,aunque a veces se generaran situaciones comprometidas y estresantes, nunca he llegado a ese estado de tensión en que necesitara liberarme con un día de marcha ... aunque ... quizás sí ... con un buen concierto. Suelo disfrutar más en un concierto de un grupo que me guste, sea Jazz, Rock o Heavy Metal que en una de esas salidas predeterminadas a locales en los que se reune un grupo de gente para sociabilizarse mientras se escucha de fondo la música del momento. Ayer salí con Piro, Raquel, Dave y Manu, el cantante del grupo porriñés Estado de Sitio y esta vez tocó el turno de ver a Los Suaves. U

Capítulo X: El paseo II

Como ya he comentado en alguna ocasión, todos o casi todos los días suelo dar un paseo realizando la misma ruta. Todavía desconozco cual es la finalidad real de esos paseos pero parece que me sientan bien. Un proceso en que el camino siempre es el mismo, lo único que cambia es todo lo que rodea a ese paseo. Las gentes que lo utilizan, el paisaje en función del caudal del río, de los ciclos biológicos, de la fauna y de la flora existente debido a los cambios diferenciados en las estaciones del año... incluso cambia en función de mi estado de ánimo, de mi resistencia muscular, de si estoy o no de resaca... Cuando salgo de casa me aseguro de que llevo conmigo las llaves, el móvil (No sé para qué...) y la cartera... Después de mirarme al espejo de la entrada durante 5 minutos bajo la calle y bordeo las pistas de atletismo para adentrarme en un tramo del paseo por el que fluye, paralelo a éste, el río Lagares. La entrada es algo así como una puerta entre la civilización y la naturaleza sa

Capítulo IX: ¿Qué soy?

26 años y 170 y pico días desde mi nacimiento. De vez en cuando me pregunto: ¿Por qué no soy capaz de enfrentarme a una llamada telefónica? ¿Por qué no tengo la inciativa para forjarme mi propio futuro? ¿Por qué me cuesta tanto relacionarme? ¿Por qué no consigo confiar en mis posibilidades? Todas estas preguntas tienen uno o varios patrón común. Mi razón me daba a entender que la educación era uno de los factores más importantes (Si no el más importante) para la formación personal de cualquier individuo. Sin embargo ... no lograba comprender por qué yo ... pese a tener cierto nivel educacional no me siento acorde a los mismos. No me siento pleno cognitivamente en función de las pruebas que he ido superando a lo largo de mi vida. Se pueden suspender cursos, cursos y más cursos... se pueden cancelar proyectos y más proyectos ... Se puede superar un accidente mortal si tanto el estado físico de una persona  como el mental son lo suficientemente sólidos, pero aun así ... al hacer balance

Capítulo VIII: La Odisea

A veces pienso que para conocer bien una ciudad, es necesario perderse en ella, incluso con mapa, como es mi caso. Hace ya varias semanas que he ido a visitar a Aniña a Gijón. Mientras estaba allí tenía la necesidad imperiosa de escribir sobre todo lo que iba experimentando aunque esas ganas se disipaban en cuanto encontraba un momento más relajado. Gijón es una ciudad muy bonita. Gijón se parecía mucho a La Coruña, pero en limpia, es decir ... Cuando recuerdo ciudades gallegas las recuerdo como bonitas pero tratándose más de una belleza sucia, salvaje, incontrolable más que de algo más sobrio o planificado. Supongo que también sería fruto de una reciente estructuración urbanística pero era muy bonito ver desde un paseo marítimo cómo rompían las olas a unos 50 metros de la costa bajo la perspectiva testimonial de una escultura gigante de Chillida llamada "Váter de King Kong".. Olas enormes que raras veces llegaban a la orilla. Fuente de inspiración ilimitada para los paseante