Entradas

Mostrando entradas de abril, 2011

Capítulo XXVIII: Xilitol, Fluoruro sódico y Provitamina B5

Pues al final va a ser que los milagros existen... qué cosas.... Durante la semana pasada me llamaron de la Fundación Laboral de la Construcción para decirme que estaba seleccionado para realizar el curso. Quizás no había tantas personas como pensaba que había... o quizás hice el examen mejor de lo que había pensado, el caso es que por unas o por otras estoy crucificado hasta octubre que es cuando termina el curso. En principio tendría que rechazar el trabajo de conserje de todos los veranos y seguramente no me vuelvan a llamar más, pero algo tengo que hacer. A partir de junio, como había planeado, echaré solcitud para el ciclo superior de Química Ambiental aunque parece que han cambiado la ley haciéndolo de dos años en vez de uno, aunque eso tengo que verlo porque no me ha quedado claro del todo. Parece que las cosas empiezan a salir bien aunque todavía no debo confiarme demasiado. Mi camino hacia la independencia todavía está en sus inicios y todavía no me veo preparado para irme s

Capítulo XXVII: Lección de repaso

Por fin me hicieron la limpieza de oidos. En un principio pensaba que sólo tendría tapón en el oido derecho pero también lo tenía en el oido izquierdo. Salió una de mierda tremenda por ahí. Lo malo es que ahora tengo como una especie de costrillas por dentro del conducto auditivo a consecuencia de las irritaciones producidas por las gotas que me tenía que echar. De vez en cuando noto como tiran y si en unos días la cosa empeora iré al médico para ver qué pasa. La enfermera me dijo que preguntara en la farmacia por una especie de ganchitos que no empujan el cerumen si no que lo arrastran para poder retirar esas costrillas. No creo que vaya a preguntar ya que...  que una enfermera recomiende a un paciente que se meta un gancho por el oido me parece un acto bastante irresponsable. Aunque lo hiciera otro tampoco me sentiría muy seguro. De hecho, cuando vió que tenía algunas costrillas cogió un clip metálico, de esos para sujetar folios y comenzó a arrastrar un poco las costrillas para que

Capítulo XXVI: El proceso de selección

Llevo varios días sin escuchar un pimiento. Bueno, algo sí que escucho, pero poco. Como todos los años se hacen notar los efectos del tapón de cera que se va formando debido a que mis oidos, sobre todo el derecho, no drenan como deberían de hacerlo. Llevo unos 2 o tres días echándome Otocerum, las gotas esas que según dicen ablandan el cerumen y que en su composición contiene aceite de trementina (Aguarrás) entre otras cosas pero bueno... supongo que se necesita un potente disolvente orgánico para disolver tanta porquería. De todas formas, a causa de este taponamiento me han surgido una serie de situaciones curiosas y favorables. El día 5 de abril, ayer..., tuve una entrevista para el proceso de selección del curso de Organización y Proyectos de instalaciones de energía solar térmica (O algo así se llama). Resulta que el lugar al que tenía que acudir se llamaba Camiño da Raposeira. Bien... El día anterior, después de preparar la documentación que tenía que presentar tuve curiosidad e

Capítulo XXV: Igneo-rancia

El artículo de hoy viene dado por un hecho que he visto siempre, desde donde me alcanza la razón. El hecho de reivindicar qué guitarrista es mejor o peor, cual debería ser coronado y cual desterrado. Cada guitarrista es un mundo y no existe nada escrito en tema de gustos musicales pero para eso tenemos a los ignorantes, que nos demuestran una vez que más que la música no se comparte, si no que debería ser enfrentada. Para el ignorante, la vida es algo así como una competición contínua. Siempre debe haber ganadores y perdedores. Nos evadimos de nuestros gustos personales para fijarnos en los colectivos y establecemos así patrones para determinar qué es lo mejor o qué es lo peor. ¿Lo mejor o lo peor para qué? No lo sé a ciencia cierta pero el ignorante tendría de esta forma un arma de entretenimiento destructivo mientras no encuentre motivaciones que le identifiquen con su propia individualidad. Me refiero, por exponer un ejemplo un poco más digerible a aquellos que dedican su tiempo y e