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Mostrando entradas de marzo, 2011

Capítulo XXIV: Tales de Mileto y Cuales de Treinteto

Es extraño como muchas veces salen de nosotros facetas de las que no éramos conscientes a medida que nos hacemos mayores. El otro día mismo, mientras daba uno de mis paseos habituales y al darme cuenta de que hacía muy buen día me dije: Seguro que la ropa secará de vicio con esta brisilla. Me quedé pensando en la frase analizándola cuando caí en la cuenta de que me estoy convirtiendo en una marujona. Gracias a Dios que no tengo animales que seguro que de ser así pensaría en ellos como en mis pequeñuelos o vete tu a saber. Hoy he hablado con Ana. En parte me llamó porque tanto Michael como David están enfadados con ella... o algo así... Estuvo una semana o por ahí en los carnavales de Tenerife, con la familia de David. Se la notaba mucho más calmada que en anteriores ocasiones. También me comentó que lo va llevando mucho mejor con el tema del trabajo. Supongo que se resignaría a la idea de que está en esa empresa con el objetivo de adquirir experiencia para pasar a algo mejor más adel

Capítulo XXIII: Rylynn y el perigeo lunar

Currículums, currículums y más currículums... cada vez que nos vemos, Piro siempre me pregunta si me han llamado de algún sitio. Todavía no logra explicarse el por qué no me llaman si realmente estoy haciendo lo que le digo que estoy haciendo. Hace un par de años, echaba currículums y... por lo menos, alguna entrevista siempre caía. Por lo menos algún tipo de proceso de selección telefónico para tantear mi disponibilidad. De aquella estaba todavía estudiando por lo que la criba laboral hacia mi se consideraba obvia. Buscaban a gente completamente libre, disponibilidad horaria total y todas esas cosas que suenan muy bien en el currículum... pero que simbolizan una vida aburrida sin ocupaciones. Entre búsquedas... desocupaciones y demás cosas pues... Me he puesto a pensar en el tiempo que ha pasado desde que era más pequeño. Le dedico más tiempo a la guitarra y, aunque no le dedico lo suficiente... recuerdo lo mucho que me costó aprender a tocar ese instrumento. Tardes y tardes de tabl

Capítulo XXII: Tocar la pera

Ayer me llamó Raquel por la noche para recordarme, así por encima, todo lo sucedido en la Arribada. También para decirme que le debo 10€. Menos mal... porque ya no me acordaba de esas cosas y me gusta tener las cuentas claras. Tambien me contó detalles que a ella le parecían curiosos y que yo no pude ver debido a que mi localización espacial (Y mental) era diferente en el momento ocurrido. Tengo la extraña impresión de que... he ahondado en características personales mias que creía olvidadas pero que forman parte de mi propia naturaleza. El rupperín atrevido... reivindicativo...exagerado... Quizás fuera porque me dejé llevar por la euforia colectiva... Es una sensación curiosa mientras se vive... pero no es para mi. Creo que no he nacido para dejarme llevar de esa forma. Esas formas de sociabilizarse... No es miedo lo que siento... pero sí como... vértigo. Como si el concepto que se tuviera de mi hubiera cambiado. Hace unos años no me habría importado lo más mínimo. Es más, mi hobbie

Capítulo XXI: Arribada 2011

No estoy seguro de si Arribada se escribe con B o con V pero bueno... según Google y el Faro de Vigo se escribe con B. Acabo de llegar después de un intenso fin de semana. No lo pasé mal pero en lo referente a mi idiosincrasia interpretativa podría estar mucho mejor. Me encuentro sentado delante del ordenador intentando hacer balance de daños sobre la situación como en estado de shock entre la confusión y la cordura. Seguramente sea debido a una resaca acumulativa que se liberará poco a poco durante estos días. Como dice el título del capítulo, este año decidimos ir a la Arribada de Bayona de nuevo. El año pasado no pude ir ya que me encontraba en Cartagena. Los chicos tampoco fueron por circunstancias varias y decidimos volver este año. Alquilamos un bungalow en Sabarís y compramos mucha, mucha comida y mucha, mucha bebida. Este año fué diferente ya que se notaba la ausencia de Ana pero eso no fue ningún impedimento para que nos lo pasáramos bien igualmente. Rober apareció al día si