Capítulo VII: Caos

Al final, lo de instalar el Quitómetro no resultó. Pasaron poco más de 24 horas cuando la vocecilla del tabaco me replicó: ¿Por qué vas a dejarlo? ¿Por qué en este momento? ¿Qué harás cuando te tomes una cerveza y sientas la necesidad de probarme? En fin, un abandono más... pero no es una guerra final, es una batalla de una guerra contra el tabaco que todavía no ha finalizado, aunque eso es tema en segundo plano cuando me predispongo a observar los titulares sobre qué se cuece por el mundo.

Resulta que todos los días a la hora de comer, me gusta ver la serie de Los Simpsons. A veces pienso que esa serie contiene alguna especie de mecanismo de manipulación mental ya que, aunque los capítulos sean repetidos, no me canso de verlos una y otra vez. A su vez, mi cabeza se autosugestiona preguntándose: ¿Por qué vas a cambiar de canal? Total, en otros canales no echan nada interesante. 40 y pico canales en esta nueva televisión llamada TDT y  ¿Cómo sabe mi cabeza que no echan nada interesante? ¿Puede ser que no sea más que una excusa interpuesta por mi con el deseo de que así sea y que de alguna forma autolimite el deseo de conocimiento que tanto busco? Puede sonar absurdo, seguramente lo sea ... pero parece que mis patrones marcan esa tendencia, tendencia hacia lo absurdo.

Cuando termina la serie, me da pereza cambiar de canal por alguna razón ... A continuación echan las noticias de Antena 3. Llegados a este punto es donde confluyen ciertas dudas a cerca del funcionamiento del mundo. Reformas laborales. Reformas en los ministerios. Críticas hacia dichas reformas. Contracríticas de las reformas como en un patio de colegio. Todo eso contrarresta con las noticias que veo a través de los portales de Internet. Los mineros de chile. Lo bueno y generoso que es el presidente de Chile al salvarles de una situación que él mismo ha creado. Que el "todopoderoso mediático" Pérez-Reverte critique la actitud emotiva de un político. La nueva serie televisiva que será inspirada en el Príncipe Felipe y la Princesa Leti "z" ia Ortiz ... y .. en un titular pequeño, casi minúsculo: Un terremono de 7,7 grados (Variable según fuentes) en la escala Richter que azota de nuevo a Haití creando a su vez un Tsumani que ya se ha llevado cerca de 200 vidas y 400 desaparecidos. ¡200 Vidas! Y va en aumento. Tampoco quiero entrar en debate sobre lo que es importante o no para la opinión pública pero tengo la sensación de que cada vez nos estamos volviendo más gilipollas a la hora de valorar lo que es más importante en el mundo. ¿Por qué suceden estas cosas? ¿Existirá algún tipo de conciencia maligna que propicie ese tipo de sucesos? ¿Seré yo el único que se da cuenta de que las cosas, no es que no encajen, si no que cada vez parecen más desencajadas? Preguntas universales que siempre se repetirán hasta la saciedad. Esta vez me surgen varias hipótesis al respecto. La más salientable es que quizás ... simplemente ... esté madurando a la hora de evaluar mis criterios y a no quedarme indiferente ante ciertos aspectos que a gran parte de la sociedad le parecería normal. Quizás esté en uno de esos despertares de conciencia dándome cuenta (De nuevo) de que nada surge de la casualidad, que todo tiene una causa .. incluso hacia fenómenos naturales e impredecibles. Quizás sea una forma de enraizar mis creencias y mis criterios justos hacia lo realmente importante y se me muestre una perspectiva defendible para que cada vez caiga menos en las garras de aquellos que intentan que cambie de opinión mediante argumentos mezquinos y manipuladores.

Todo en la vida puede convertirse en una verdad universal, incluso lo más absurdo, pero es tarea del que la aplica el que esas verdades tengan unos propósitos benéficos o maléficos, propósitos encaminados hacia uno mismo o encaminados hacia todo lo que le rodea, de ambas cosas o de ninguna de ellas. Sé que algún día todas estas enseñanzas me ayudarán a la hora de regir mi vida y a valorar lo que de verdad merece la pena y lo que no. Algún día tendré la oportunidad de demostrarme a mi mismo lo que llevo dentro, si es que no lo estoy haciendo ya. Algún día podré mirar al frente y sentirme despierto, vivo ... y que ... aunque no pueda curar todos los males del mundo, sabré que estoy aportando mi granito de arena.

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