Capítulo III: El sueño

Madre mía, pensaba que no iba a encontrar de nuevo la motivación para escribir unas lineas. Ya han pasado algunos meses desde mi anterior entrada. El tiempo pasa rápido, muy muy rápido. Muchas veces, en alguno de mis paseos frecuentes, suelo tener ideas que me inspiran a seguir escribiendo. El inconveniente ... pues lo de siempre: falta de papel, boli BiC, una memoria a veces difusa y pocas ganas cuando me enfrento a la hora de la verdad delante de la cajita mágica esta. De todas formas, supongo que lo importarte es recuperar esas "ganas" aunque sea muy de vez en cuando y encontrar las motivaciones necesarias para seguir haciendo lo que uno quiere o cree conveniente en cada momento.

Bueno ... esto ... vayamos a lo importante. ¿Por qué titulo a esta entrada. Capítulo III, El sueño? Pues ... No tengo ni idea, esperaba que el hecho de ponerle título me inspirara a la hora de elaborar su contenido. Lo de Capítulo III ... supongo que por llevar cierta dinámica de esto. Lo de El sueño ... bueno, a ver que sale de todo esto ... Quieras que no, esto se supone que es "Un cuaderno estudiantil" cuando su estructuración parece más aplicado hacia una novela de misterio o las memorias de algún político que necesita comprarse un Porche nuevo con la publicación de sus cosillas ...

Todo empezó hace unos cuantos años ... No sé por qué, si será por algún tipo de alineación cósmico - planetaria o que me sienta mal cenar Colacao sin el apoyo de algún sólido magdalenil ... pero suelo tener sueños bastante pesaditos. Digamos que en un principio no eran más que pesadillas y que a medida que avanzaban me daba cuenta de que estaba viviendo una especie de experiencia paralela a la realidad que me rodea durante el día. En esos sueños parece que existen ciertos patrones que se repiten. Es de noche, escapo detrás de algo o de alguien ... y ...  soy capaz de violar algunas leyes físicas que no pueden ser violadas mientras permanezco en un estado de despertar físico. Al principio me daba miedo, aunque en esos sueños soy capaz de arriesgarlo todo, incluso mi propia vida con tal de conseguir mis objetivos. Me evado de toda lógica y de toda moral aunque muchas veces salgo mal parado ... incluso en ocasiones presenciando mi propia muerte, aunque bueno, eso es lo de menos. El escenario por el que me muevo suele ser bastante confuso. Es como un escenario postapocalíptico, en el que casi siempre todo está en ruinas ... no suele haber gente en sus casas pues parece que se está más seguro estando activo en la calle ... y me suelo ver en innumerables situaciones curiosas, algunas absurdas ... como salir a la calle sin pantalones, sentirme avergonzado por ello pero como ... si los que me rodeasen no se dieran cuenta de ello ......... No se dan cuenta de ello ... qué cosas ... mediante la interpretación de esto me da que pensar muchas cosas. En primer lugar, que parece que es cierto que mi afán perfeccionista muchas veces me nubla la visión de lo que en realidad es, viendo las cosas desde una perspectiva que no concuerda con lo que hay. En segundo lugar, que tienen razón todos aquellos que me apoyan en todo lo que hago, que confían en mi, en mis posibilidades, que piensan de verdad que soy alguien que tiene un potencial enorme para muchas cosas pero que, por alguna razón, el tigre permanece dormido a causa del sedante de inseguridad ...

Una entrada algo caótica, pero me da igual ... en esta entrada no me apetece ser perfeccionista, exponer las ideas en orden ni parecer entendible, aunque a veces en lo caótico y lo no entendible se encuentra la verdadera entendibilidad ... He aprendido mucho de esta entrada, al menos a relacionar cosas, a meditar de una forma más constructiva y ... a escribir para mi, que supongo que de ahí radica mi temor perfeccionista, que pocas veces soy capaz de dejarme llevar escribiendo sólo para mi.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo XX: Lost

Capítulo XXXIV: Músicos Callejeros