Capítulo XXXVIII: Versos de ayer, versos de hoy


Caricia eterna entre sollozos


Luz que agitas la mañana
Destello de primavera
Que penetra en mis entrañas

Lecho refrescante que denota una sonrisa
Caricia tibia del momento
Humor floreciente de un retazo

Curiosa tu mirada de dulzura
Curiosos los ojos que la observan
Latido que se adentra bloqueado

Luz que agitas la mañana
Lecho refrescante que denota una sonrisa
Curiosa tu mirada de dulzura

Siéntelo dijiste, siéntelo
Lo echo de menos
Aunque en el fondo fuera un sueño

Caricia tibia del momento
Vacío lleno entre recuerdos
Suspiro ardiente aletargado

Recuerda dijiste, recuerda
Aquellos tiempos intensos
Llenos de pasión y de recuerdos

Curiosa tu mirada de dulzura
La de una niña encerrada
en su prisión cristalizada

De importancias necias llenas de constancia
Y de las que yo aprendía con tu ignorancia
Atravesando un mundo delicado y cambiante

Lugar donde un más es un menos
Y el deseo es un sueño
Que tiende a desaparecer

Un lugar oculto al que nunca pude llegar
Aunque tu prisión era de cristal
Y yo podía ver con ojos profundos

Un lugar escondido donde fui bien recibido
Mas no todos sabían como abrir ese candado
Ese candado llamado amor.



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